Ochate, ¿un pueblo maldito?

Torre Ochate
A lo largo y ancho de nuestro país existen lugares marcados por el misterio. Ochate, ubicada entre los restos de los montes del condado de Treviño, a 20 Km. de Vitoria,  parece ser uno de estos enclaves. El pueblo está abandonado y en ruinas. Tan sólo alguna casa, además de la torre de la antigua iglesia de San Miguel, aún se mantiene en pie, el resto está derruido. Desde tiempos remotos, estas tierras fueron consideradas sagradas. Las tumbas de niños y de gente muy pequeña excavadas en la roca, son la prueba de ello. También se conservan los restos de un antiguo templo, en un alto cercano, conocido como Ermita de Burgondo, desde donde se aprecia una vista inmejorable del pueblo. Los orígenes de esta ermita siguen siendo un misterio, y es uno de los lugares que más leyendas acapara.

Los lugareños aseguran que muchas epidemias se cebaron una y otra vez con el pueblo. En el año 1860 viruela se extiendió por el pueblo, de la que apenas sobrevivieron una decena de personas. En 1864 apareció tifus arrasando con casi toda la totalidad de habitantes. Y en 1870 el cólera fulminó para siempre toda la vida de este pueblo. Inexplicablemente ninguna de estas epidemias afectó a las poblaciones colindantes. Así, los otros pueblos se convirtieron en enterradores de los desgraciados habitantes de Ochate. 

En los últimos dos siglos no son pocas las situaciones "anormales" que han acontecido en los alrededores de Ochate. Desde desapariciones de gente el lugar hasta apariciones de luces y seres paranormales. 

Ermita Burgondo
En Noviembre de 1868 el párroco del pueblo Antonio Villegas, se dirigía a la ermita de Burgondo, para recoger unos utensilios. Varios vecinos le vieron subir por la ladera. Pero aquella vez fue la última que fue visto, ya que despareció sin dejar rastro. Un joven agricultor llamado Juan Peché desapareció sin dejar rastro. Nadie supo nunca que ocurrió. En su casa se encontró la comida a medio hacer, enseres personales, ropa y dinero. El mismo día en el que despareció Juan Peché, el agricultor F. Amestoy apareció en el sendero que conduce al pueblo totalmente calcinado. Nadie fue capaz de encontrar nada que pudiera explicar tal hecho, y hoy en día se sigue sin saber qué sucedió aquella noche.


Aunque si por algo es conocido Ochate recientemente en el mundo de lo paranormal es por las psicofonías que se han registrado allí: en una de ellas se puede llegar a oir la voz de una niña diciendo "Kampora" y hay otra en la que se oye a una mujer que dice "Quien se ha dejado la puerta cerrada".

Este es el articulo escrito por Prudencio Muguruza sobre la leyenda de Ochate en 1982 en la revista Mundo. 


Leyenda Ochate 2

Leyenda Ochate 3
Leyenda Ochate 4
Leyenda Ochate 5
Leyenda Ochate 6

Leyenda Ochate 7
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