El origen de los zombies


“¿Es un virus? No lo sabemos. Esa gente, ¿está viva o muerta? No lo sabemos. Les he dicho todo lo que les puedo decir” -el Amanecer de los Muertos. 
Zombies
Los muertos vivientes, también conocidos como zombies, están muy de moda en la actualidad gracias a comics o películas. Sin embargo, el concepto de muertos vivientes no nace de la imaginación de los directores de cine, sino de los misterios del vudú.  El mito zombie nace en África y más tarde, por la venta de esclavos y la transportación de éstos, aparece en América del Sud, sobretodo a Haití, un país en el que el vudú y la magia negra conviven entre la población. Quizá es por eso que Haití es el único país que recoge en su código penal el castigo contra la zombificación. 
Las primeras informaciones documentadas se remontan a principios del siglo XIX. William Seabrook, publicó en el año 1929 un libro llamado "La isla mágica", donde afirmaba haber visto personas muertas trabajando en los campos de caña de azúcar. Posteriormente, otros escritores como Lafcadio Hearn o la periodista Inez Wallace, tratarían el tema más a fondo y sus reportajen darían origen a las primeras películas del género zombie, como por ejemplo "Yo anduve con un zombie", de Jacques Tourneur, rodada en 1934 y que daría a conocer algunos casos de zombies auténticos. 

Casos de zombies auténticos

Clairvius Narcisse 

Narcisse junto a su tumbaClairvius Narcisse murió en 1962. Tras una sintomatología creciente, Narcisse ingresó en el hospital un martes. Tenía nauseas, mareos, tos y respiraba con dificultad. Al día siguiente entró en agonía y poco después murió.
El cadáver de Narcisse fue enterrado y, con el tiempo, olvidado. Sin embargo, en 1980, – 18 años después de morir- Clarvius Narcisse apareció en su antigua casa. Excepcionalmente, para los casos de zombies, Narcisse conservaba una cierta capacidad de expresarse, y pudo explicar cómo había estado consciente durante todo el tiempo que duró su muerte y entierro.
Contó que había escuchado a los médicos certificar su defunción. Había sentido la sábana cayendo sobre su cara al considerarlo cadáver, había oído a su hermana llorar sobre su ataúd, y después... el terrible silencio y la oscuridad del cementerio. Después, escuchó la voz del bokor (el brujo vudú) pronunciando su nombre. Fue desenterrado, salvajemente golpeado y conducido a una plantación en Ravine-Trompette, en el otro extremo del país. Tras la muerte de su amo, todos los zombies habían escapado vagando sin rumbo por la isla.

Felicia Felix Mentor

Otro caso ocurrió en octubre de 1936, apareció una mujer desnuda caminando por el borde de la carretera en el valle de Artibonite. Decía llamarse Felicia Felix Mentor, natural de Ennery, y se dirigía a la casa de su hermano. Estaba en un estado tan miserable que fue conducida al hospital de Gonaives, en donde uno de sus hermanos la reconoció.
De acuerdo con sus declaraciones había “muerto” dos años atrás y había sido enterrada. El certificado de defunción y las declaraciones de su marido, y otros miembros de su familia, confirmaron el relato. Felicia había perdido por completo la facultad de hablar y se escondía cuando alguien se le acercaba. No era capaz de pensar coherentemente.


La Biblia

“Cuando llegó Jesús, se encontró con que Lázaro llevaba ya cuatro días en el sepulcro […] Le dijo Jesús: ‘Tu hermano resucitará’ […] ‘Quitad la piedra’. Le responde Marta, la hermana del muerto: ‘Señor, ya huele; es el cuarto día’ […] Gritó con fuerte voz: ‘¡Lázaro, sal fuera!’. Y salió el muerto, atado de pies y manos con vendas y envuelto el rostro en un sudario. Jesús les dijo: ‘Desatadlo y dejadle andar’”. Así aparece en la Santa Biblia, en el evangelio según San Juan, quizá la primera referencia conocida sobre la resurrección de la carne. Lázaro estaba muerto y se levantó, aunque su figura no responde al canon actual de “muerto viviente”.



«Cerca de ella, los negros dedos de un silencioso huésped agarraban rígidamente el pie de una copa de vino que, ladeándose, estaba derramando su contenido. El horror que la embargaba se desbordó. Cogió una vela, la acercó a la cabeza, que estaba inclinada y caída, y pudo comprobar que el hombre estaba muerto. Estaba sentada a la mesa del banquete en compañía de cuatro cadáveres...» 

1 memorias:

  1. No está mal saber los orígenes de todo esto de los zombies, porque acostumbramos a pensar que se inventó porque sí y no conocemos más allá de lo que sale en las películas.

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