Botan Dōrō

Otsuyu y su criada
Un estudiante joven llamado Saburo se enamora de una mujer hermosa llamada Otsuyu, la hija del mejor amigo del padre. Deciden verse a escondidas, y se prometen casarse. Pero Saburo cae enfermo y no puede ver a Otsuyu durante mucho tiempo.
Más tarde, cuando Saburo se recupera, va a ver a su amor, y se entera de que Otsuyu ha muerto. Reza a su espíritu durante el festival Obon, y es sorprendido por dos mujeres aproximándose. Saburo se asoma para ver quienes son, y se ven exactamente como Otsuyu y su criada. Los tres hablan y a la luz sale que la tía de Otsuyu, la cual estaba opuesta al matrimonio, soltó el rumor de que Otsuyu murió, y a ella le dijo que Saburo falleció.
Los dos amantes, reunidos, empezaron su relación de nuevos a escondidas. Cada noche Otsuyu, acompañada de su criada, la cual aguantaba una lámpara de gas, pasaba la noche con Saburo.
Esta historia continuó felizmente hasta que una noche el sirviente de Saburo, mira por el agujero de la cerradura, y ve como Saburo mantiene relaciones sexuales con un esqueleto. El sirviente informó de esto al monje budista, el cual localiza las tumbas de Otsuyu y su sirvienta. Llevando a Saburo ahí, le convence de la realidad, y dice que puede ayudarle protegiendo su casa de espíritus. El monje consigue establecer un “ofuda” alrededor de su casa, y reza a “nenbutsu” cada noche.
El plan funcionó, y Otsuyu y su sirvienta no podían entrar aunque viniesen cada noche y llamaban a Saburo. Por el corazón flojo de Saburo, su salud empezó a deteriorarse. El sirviente de Saburo, asustado de que Saburo muriese, removió el hechizo de la protección de la casa. Otsuyu entra y mantiene relaciones sexuales de nuevo con Saburo.
Por la mañana, los sirvientes encontraron a Saburo muerto, entrelazado con el esqueleto de Otsuyu. Su cara irradiaba felicidad…

Existe otra versión, en la que solo cambia el principio.

Durante la primera noche de Obon, una bella mujer y una joven criada llevando una linterna, se acercan a la casa de un viudo samurai de nombre Ogiwara Shinnojo. Ogiwara se siente inmediatamente atraido por la mujer, llamada Otsuyu, y jura que la amará por siempre. Desde esa noche, la mujer y la criada lo visitaban cuando caía la tarde y siempre se retiraban antes de que saliera el sol al día siguiente. Un anciano vecino, sospechaba de algo raro, se asomá a la casa una noche y encontró a Ogiwara en la cama con un esqueleto. Consultando a un monje budista, Ogiwara se entera que está en peligro a menos que pueda resistir los encantos de la mujer. Colocando pergaminos de protección alrededor de la casa, esa noche la mujer no pudo entrar, sin embargo, empezó a llamarlo desde afuera de la casa. Finalmente, sin poder resistir más, Ogiwara sale y se encuentra con ella, quien se lo lleva de vuelta a su casa. A la mañana siguiente, el cuerpo de Ogiwara es encontrado muerto abrazado al esqueleto de la mujer.

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