Vuelo 401

En la noche del 29 de diciembre de 1972, partió con destino a Miami, el vuelo 401 de la empresa Eastern Airlines, del aeropuerto internacional John F. Kennedy en Nueva York comandado por un experimentado piloto, Bob Loft, y auxiliado por el primer oficial Albert Stocckstill y Don Repo, con 163 pasajeros y 13 tripulantes. El vuelo transcurrió sin inconvenientes hasta Miami, y en el momento de aterrizar comprueban que parte del tren de aterrizaje no responde. Se les ordena que sobrevuelen el aeropuerto a 2.000 pies de altura mientras se delibera la solución más idónea. Durante la espera, el avión se precipita vertiginosamente cayendo en la zona pantanosa. Solamente sobrevivieron 77 personas de las 176. Entre los fallecidos se encontraban, el comandante Bob Loft y su primer oficial Albert Stocckstill. Don Repo fue rescatado con vida pero falleció al día siguiente.
Poco tiempo después del accidente, comenzaron a circular los rumores de que estaban ocurriendo cosas extrañas en varios aviones. La compañía negó y ocultó lo ocurrido, prohibiendo a su personal cualquier tipo de comentarios relacionados con los hechos. Sin embargo, algunos acontecimientos se filtraron al público, y llegaron al investigador John Fuller, quien se interesó por lo que sucedía. John G. Fuller empezó a investigar las declaraciones y presentó sus hallazgos en su libro “El fantasma del Vuelo 401”. El libro afirmaba que los fantasmas más reportados eran los del Capitán Bob Loft y del Segundo Oficial Don Repo, que fueron vistos en más de veinte ocasiones por miembros de la tripulación en otros aviones. Entre algunos informes recogidos por Fuller se destacan los siguientes casos: En marzo de 1973 las azafatas Denisse Woodfrud y Ginny Packard trabajando en un mismo vuelo de la empresa Eastern, desde Nueva York, con destino a Miami, ven por separado a Don Repo en la cocina del avión.

En el mismo año, en el mes de septiembre, una azafata al prepararse para despegar desde Nueva York, observa que hay un pasajero de más que no figura en la lista, sentado en primera clase y vestido con uniforme de comandante de la empresa. Al inquirirle sobre por que no figura en la lista de pasajeros y quien es y no recibir respuestas, llama a una compañera, que tampoco tiene éxito. Llamado el comandante de la nave ante la imposibilidad de solucionar el incidente, éste queda asombrado al reconocer en el intruso al desaparecido Bob Loft, quien se desmaterializa ante sus ojos.

Fuller descubrió que cuando los restos del Vuelo 401 fueron recuperados, algunos de los componentes que seguían funcionando fueron transferidos a otros aviones. El creía que esta era la causa de los avistamientos de fantasmas en treinta aviones diferentes. 

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